Déjame contarte mi historia con la composición.

Cuando me estaba iniciando en el mundo de la composición, como todo compositor, pensaba todo desde la perspectiva creativa y no tanto en lo técnico. Me sentaba al piano o tomaba mi instrumento con la esperanza de que la inspiración "llegara como un relámpago", pero la mayoría de las veces no era así.

Sabemos que lo más importante es la emoción, LO SABEMOS, pero en la composición, como en cualquier otra carrera profesional, las herramientas técnicas están para usarlas. Uno de los escenarios más comunes que enfrenta un compositor, sea académico o amateur, es el bloqueo creativo. Esa sensación de estar completamente aislado de ideas interesantes, de querer escribir algo y no encontrar el camino.

A mí me pasó por mucho tiempo.

Me sentaba en el instrumento, tenía una buena idea, la desarrollaba un poco, luego la paraba, la abandonaba, volvía a ella, la transcribía… y no me gustaba. Y así, una y otra vez. Lo que no entendía en ese momento era que el bloqueo no era mi enemigo, sino una parte necesaria del proceso (si te sale rapido no vale, tienes que intentar lo que No te sale, ahí la clave de una gran obra).

Con el tiempo descubrí que el problema no es el bloqueo creativo, sino la perspectiva prejuiciosa y negativa que le atribuimos, pensando que es un obstáculo cuando, en realidad, es una necesidad artística. Ese momento de aparente vacío es el que nos obliga a cuestionarnos, a buscar nuevas soluciones, a equilibrar emoción e intelecto en nuestra música.Sin embargo, superar un bloqueo creativo no es solo cuestión de esperar la inspiración o de forzarnos a escribir sin rumbo.

Muchos compositores comienzan una obra explorando sin una dirección clara, lo cual puede ser útil en ciertos casos, pero si no tienes un orden y materiales definidos, terminarás con ideas sueltas que no se traducen en una composición estructurada.

Lo viví en carne propia: Tenía cientos de bocetos, pero pocas obras terminadas que realmente me satisficieran.Ahí fue cuando comprendí que la clave estaba en la planificación. No en limitar la creatividad, sino en darle un marco para que pueda desarrollarse con coherencia.

Por eso, en este curso, te enseñaré cómo enfrentar la composición desde una perspectiva ordenada: cómo planificar una obra en función del tiempo (Timeline), definir su forma, establecer un sistema de composición, seleccionar materiales esenciales (melodías, leitmotiv, ritmos clave) y mucho más. Todo esto no significa que la obra no pueda cambiar en el proceso –la creatividad es dinámica, no estática–, pero partir de un protocolo claro te permitirá avanzar sin perderte en la incertidumbre.

Después de años de ensayo y error, entendí que tener un método hace la diferencia. Cuando sigues un camino estructurado, incluso antes de tocar la primera nota, ya tienes el 40-50% de la obra resuelta. No es magia, es técnica aplicada con inteligencia.Por eso, decidí crear este curso: ‘Herramientas Modernas de la Composición’. Porque sé lo frustrante que es sentarse al instrumento con ganas de componer y no poder avanzar.

Porque sé que la emoción es fundamental, pero sin estructura, las ideas se disuelven. Y porque quiero compartir contigo un método claro, repetible y aplicable a cualquier estilo, para que enfrentes cada nueva composición con seguridad y creatividad.Si alguna vez has sentido que el bloqueo creativo te frena, si te gustaría desarrollar tus ideas sin perderte en la exploración infinita, si buscas un enfoque práctico y eficaz para componer con solidez… este curso es para ti.Inscríbete ahora y transforma tu manera de componer.

¡Nos vemos dentro del curso!